5 Cosas importantes a tener en cuenta a la hora de diseñar un HotelTiempo de lectura aprox: 3 minutos

Tanto si trabajas en un hotel y quieres mejorar su diseño, como si estás pensando en la apertura de uno nuevo, hay una serie de factores importantes a tener en cuenta. Como ya sabrás, los hoteles han dejado de ser un simple alojamiento a ser un conjunto de experiencias.

5 Cosas importantes a tener en cuenta a la hora de diseñar un Hotel

El sector del hotelero compite por ofrecer el mejor servicio posible, aquel que nos haga sobresalir del resto. Bastaría con una búsqueda en Booking.com para ver que aquellos hoteles con mejor reputación son quieres ofrecen una experiencia diferente.

Ya no se venden camas, se venden historias.

El diseño de un hotel no tiene (o no debería tener) una forma lineal buscando la estética y la funcionalidad, sino que se compone de todo aquello tanto materiales como intangibles que consigan crear una experiencia única.

1. La importancia de contar una historia

¿Qué historia queremos contar? Responder a esta pregunta, nos ayudará a definir el concepto del hotel.

El concepto del hotel le aportará identidad y acompañará al huésped a lo largo de su estancia.

Contar una historia, no solo dependerá de la ubicación y la arquitectura del edificio. Aunque esto es importante debe ir acompañado de otros factores como:

  • Estética: imágenes y decoraciones que acompañen.
  • Instalaciones: zonas de descanso, restaurante, ocio, etc.
  • Procedimientos Operativos: los procedimientos deben de encontrarse alineados con la idea principal.
  • Experiencia de destino: la gran olvidada. Los hoteles rurales, suelen ofrecer itinerarios y rutas turísticas por la zona. El resto deberíamos aprender de ellos.
  • Estrategia de comunicación y marca.

2. Conexión con el entorno

La ubicación será tu principal aliado, trátale como tal.

A la hora de diseñar nuestro alojamiento, tener en cuenta cuales son los factores del exterior y cómo integrarlos con los del interior. Esto hará que la experiencia de destino sea más completa.

3. Cuida la primera impresión

¿Crees en el amor a primera vista? Los 7 primeros segundos, condicionarán el resto de la experiencia.

Cuando empecemos a crear el nuevo diseño de nuestro alojamiento, debemos tener en cuenta cuál será el primer contacto visual y/o físico del huésped con nuestro alojamiento.

La entrada del alojamiento, será la primera impresión que reciba el cliente al llegar, cuídala.

La entrada del hotel debe presentarse en armonía con el entorno que la rodea y con el resto de las instalaciones. Cuidado y que el diseño no estropee la funcionalidad. Quizás, un portón de madera grande queda genial para un alojamiento rural de montaña, pero puede obstaculizar la entrada y salida de los usuarios.

Una vez dentro, los siguientes primeros 7 segundos, los pasará en la recepción, ya sabes, cuida los detalles.

La recepción es ese lugar donde el viajero sentirá que ha llegado, esperando ser tratado por el personal del alojamiento. Las prisas por hacer el Check-in lo más rápido posible, no suele ser compatible con ofrecer una bienvenida cálida que haga sentir al viajero como en casa. Es en este momento, donde el cliente pensará que ha hecho una elección correcta o no.

Por último, la habitación. Seguro que algo se te ocurre para que al entrar se lleve una buena impresión (si tus instalaciones no son lo suficientemente buenas o requieren de una inversión que ahora mismo no contemplas, prueba a obsequiarle con algún producto autóctono de la zona, eso ayudará).

4. Diseño de las habitaciones

La habitación es el espacio de intimidad del huésped. Seguramente, el lugar donde más tiempo pase, es importante que cuidemos los detalles (limpieza, iluminación, olores, amenities, etc.) y la distribución (una cama grande y cómoda, una ducha espaciosa, espacio para su equipaje, etc.).

Si hablamos de intimidad, no podemos equivocarnos en la insonorización y aislamiento de la habitación. No es muy íntimo, estar tumbado en la cama escuchando la conversación de la habitación de al lado.

5. Instalaciones y servicios pensados en las necesidades y deseos de los huéspedes.

¿Conoces a tu cliente? ¿Qué busca cuando te elige a ti? ¿Cuáles son sus necesidades? ¿Qué cosas le gusta? ¿Qué busca en tu destino?

Preguntante qué lleva a un usuario a elegir tu alojamiento antes que el de los demás. Una vez lo tienes claro, toca enfocar las instalaciones y los servicios.

Si nuestros huéspedes nos eligen buscando la tranquilidad y relajarse, no tendría mucho sentido instalar un parque de bolas, pero quizás si algunas fuentes de meditación, difusores de aceites aromáticos, un hilo musical relajado, zonas de lectura, servicio de masaje, etc. etc. etc.

2 Ejemplos

No me voy a enrollar mucho. Para muestra un botón, así que aquí te dejo 2 hoteles, pensados de arriba abajo para ofrecer una experiencia única desde el diseño de sus instalaciones:

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