Resumen del libro «Creatividad, S.A.» de Ed CatmullTiempo de lectura aprox: 6 minutos

El libro Creatividad, S.A. combina la historia de Ed Catmull con algunos aprendizajes y lecciones. A diferencia del resto de resúmenes de libros, éste no va a ser un resumen por capítulos, lo va a ser por ideas principales.

Ed Catmull, autor de Creatividad, S.A. y presidente de Pixar/Disney Animation, cuenta como al llegar al trabajo le recibe una estatua de 6 metros de la lámpara de Pixar, Luxo, Jr y figuras de Lego a tamaño real de personajes tan reconocidos como Woody y Buzz Lightyear.

Creatividad SA, libro para fomentar la creatividad. Libro sobre marketing.

Todo el edificio fue diseñado por Steve Jobs, quien pretendió (y consiguió) crear un edificio que fomentará la colaboración. En Pixar se trabaja dentro de castillos, casas rosas, chozas tiki, etc. Es un lugar donde se valora la autoexpresión. En todas las plantas se respira el sentimiento de colaboración y creatividad.

Tras el lanzamiento de la primera película animada, Toy Story, Pixar experimentó un gran éxito y a Ed experimentó un nuevo miedo: ¿y ahora qué?

Miles de empresas morían tras alcanzar la gloria intentando repetir la fórmula que una vez les funcionó. Ed se dedicó a proteger a Pixar enfocándose en crear una organización donde se fomente la creatividad. Y de ahí nacieron las ideas principales del libro Creatividad, S.A.

Los peligros de la jerarquía

A medida que Pixar crecía y el número de personas en plantilla aumentaba, Ed observó cómo, tanto quienes acababan de entrar como quienes llevaban relativamente poco tiempo en la empresa, no se atrevían a sugerir cambios… Si esto ha tenido éxito ¿Quién soy yo para plantear nada?

Muchas empresas tienen estos problemas. Sus empleados no se atreven a proponer ideas diferentes.

Como solución Ed implementó los Notes Day.

Un Note Day era un día donde se paraban todas las operaciones. Todo el personal se reunía y pasaban la jornada dándose feedback. Todos hablaban sobre lo que pensaban que necesitaba una mejora. Cada departamento escuchaba a los demás departamentos, entendiendo sus ideas y necesidades.

Un líder debe preguntarse cómo aprovechar la capacidad intelectual de las personas que trabajan con ellos.

Ese día las jerarquías quedaron a un lado. Todos pudieron compartir sus ideas y escuchar las de sus compañeros.

Ed fomentó el compromiso y la creatividad a través del modelo de montaje japonés. En este sistema de montaje, cualquier persona puede tirar de un cable que detendría toda la producción inmediatamente. De este modo, todos los empleados pueden señalar un problema, sugerir un cambio y sentirse participe de poder corregir algo que estaba roto.

Miedo a fracasar y a tomar riesgos

Cuando decidieron producir Toy Story 3, el equipo creativo no sabía ni por dónde empezar. Tras muchas vueltas, un integrante del equipo dijo: ¿y si Andy fuese a la universidad? A partir de esa idea, todo empezó a tomar forma.

En una conversación con Steve Jobs, Ed comentó que no había habido ni un solo contratiempo con la película, a lo que Jobs le contestó que tuviese cuidado, que eso era realmente peligroso.

La película fue bien, pero descuidaron otros trabajos y se vieron obligados a cerrar la producción de un proyecto en el que habían estado trabajando durante 3 años. Trataron este error como aprendizaje.

El fracaso también tiene su parte buena. Desde pequeños nos inculcan miedo a fracasar, Ed propone cambiar esta perspectiva. Los errores son la consecuencia de hacer algo nuevo.

El fracaso es algo así como tocar la guitarra. Nadie espera que cuando rasguees las cuerdas por primera vez, lo hagas en los acordes correctos.

Al principio, Peter Hans Docter, propuso la historia de Monstruos S.A. muy diferente a la que todos conocemos, donde un chico de 30 años lidiaría con los monstruos de su infancia y cuando conquista cada miedo, estos desaparecen. Los cambios en la historia no fueron un fracaso, fueron ideas que llevó la película a una mejor opción final.

La importancia de abrirse a nuevas perspectivas

Cuenta la mitología griega, que Apolo enamorado de Casandra, la hija del rey de Troya, le otorga el poder de ver el futuro. Más tarde Casandra traicionó a Apolo y este además de quitarle los poderes otorgados, la maldice haciendo que nadie crea ninguna de sus palabras. Incluso advirtió que los griegos asaltarían el castillo escondidos dentro de un caballo de madera gigante.

Ed observa esta historia desde otra perspectiva, donde Casandra no es la maldita, sino aquellos que no creen sus palabras. ¿Y si él también está maldito y no está siendo capaz de percibir la verdad?

Citando a ED: «Quien no trata de descubrir y entender lo que no se ve, no está preparado para liderar».

La mayoría de personas piensan que su perspectiva es la acertada, volviéndose así ciego a opiniones ajenas.

En los años sesenta, el psicólogo Peter Wason demostró que las personas dan menos importancia a aquellas ideas que contradicen las suyas. Esto recibe el nombre de sesgo de confirmación.

Debemos entender que nuestra forma de ver el mundo no es una realidad inquebrantable. Enamorarnos de una idea puede hacer que nos sintamos atacados cuando esta se pone en tela de juicio.

La parte más importante de una empresa: las personas

Cuando Pixar empezó a producir Toy Story 2, el equipo que creo que la primera parte, liderado por John Lasseter, se encontraba trabajando en la película Bichos. Tras el primer año empezaron a surgir algunos problemas, el más importante es que los directores tenían mucho talento de forma individual, pero no sabían trabajar en equipo.

Cuando se estrenó Bichos, John Lasseter comenzó a liderar la producción de Toy Story 2, llegando a la conclusión que lo producido hasta el momento era un terrible desastre.

Tenían 9 meses para darle un giro a la película antes de su estreno. Fueron 9 meses llenos de mucho trabajo, la alternativa era aceptar la mediocridad, algo que no cabe en los estándares de Pixar.

Finalmente, la película consiguió ser un éxito en tiempo y forma, pero el equipo terminó desmoronado. Ed se cuestionó si había valido la pena. Si algo tenía claro, es que tener al equipo correcto es esencial para llegar a las ideas correctas.

No se trata de tener al equipo más talentoso de todos, sino al equipo correcto.

El aprendizaje para Ed fue que no valía con tener a las personas correctas, también es necesario que exista la química adecuada entre ellos. Y esto último resultaba ser lo más importante.

Braintrust

Cuando se trata de alcanzar el éxito, la honestidad es un factor clave.

Ed señala que, para establecer una cultura creativa, las personas que la forman deben sentirse libre de compartir ideas y opiniones. Para ello, implantó en Pixar el Braintrust.

El Braintrust consiste en un grupo de expertos que se reúnen cada cierto tiempo para evaluar los proyectos en los que anda inmerso la empresa. La clave para que el Braintrust funcione es la confianza.

La creatividad colaborativa no es posible sin confianza.

Todas las organizaciones pueden (y deben) implantar el Braintrust en su diario. Para ello necesita un equipo de personas cualificadas, capaces de aportar soluciones. Pero más importante aún, necesitan una cultura de colaboración basada en la honestidad y la confianza de los unos con los otros.

El ambiente laboral debe fomentar la creatividad

Una de las ideas que llevó a Steve Jobs a querer venderle Pixar a Disney, fue que estar bajo el nombre de una empresa gigante, le ayudaría a sobrevivir y seguir progresando con cierta celeridad y seguridad.

Pero la fusión de dos empresas no es solo logística, también hay dos equipos de personas y dos formas de trabajar diferentes.

Ed asegura que uno de los aspectos más importantes para fomentar y promover la creatividad es el ambiente de trabajo.

Cuando Ed visitó las instalaciones de Disney por primera vez, su mayor asombro fue ver los escritorios de las personas que allí trabajaban. No tenían artículos personales, eran todos iguales, estériles y sin personalidad.

Según se adentraba en las instalaciones de Disney, menos le gustaba. Los trabajadores se dividían en 4 plantas diferentes, dificultando la comunicación y el trabajo en equipo. La primera y la segunda planta carecían de luz natural. La última planta era algo así como una «suite ejecutiva», cerrada e inaccesible para el resto de la organización. Sin duda no era el mejor lugar para la creatividad.

No nos engañemos, esto no solo ocurría en Disney. Esto suele ocurrir en casi todos los edificios de oficinas. ¿Quién puede pretender tener un equipo de personas creativas cuando el ambiente laboral no acompaña?

Conclusión

En una era tan competitiva como la actual, la creatividad es clave para conseguir desmarcarse del resto. Aquellas empresas que confían en la capacidad creativa de sus empleados, deben poner de su parte para fomentar dicha creatividad.

Las organizaciones siempre han sido así, muy jerárquicas, con miedo a equivocarse y ambientes de trabajo estandarizados. Todo cambio conlleva un riesgo, pero el riesgo es clave en el camino hacia el éxito.

Ed Catmull apuesta por entornos donde los trabajadores puedan expresar sus opiniones.

Cada empresa es diferente debido a su cultural, formada por las personas que trabajan en ella. Por eso es importante que se sientan valoradas y con capacidad para ser honestos, tanto con ellos mismos como con el resto de compañeros. Un ambiente laboral sano fomenta la individualidad.

Tener un equipo motivado, con libertad para expresarse y que se sientan valorado hará que fluyan las ideas, y con ellas, la creatividad.

Comprar Creatividad, S.A: como llevar la inspiración hasta el infinito y más allá

Si quieres seguir profundizando en los conceptos de Creatividad, S.A. mi recomendación es comprar el libro. Ya que, aunque las ideas claves van a ser las mismas, te ayudará a profundizar más en los conceptos y a entender mejor lo que Ed Catmull quiere decir con ello.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *