Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva (Resumen + Lecciones prácticas)Tiempo de lectura aprox: 9 minutos

Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva escrito por Stephen R. Covey, es un libro de superación personal, la idea principal gira en torno a la creencia del autor de que la forma en la que vemos el mundo depende completamente de nuestra propia percepción. Cuando aparece la necesidad de cambiar una situación, tendremos que auto cambiarnos a nosotros primero y para ello, tendremos que cambiar nuestras percepciones.

Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva

En mayor o menor media, todo el mundo quiere tener éxito y aunque no existe una fórmula secreta ni una receta mágica para conseguirlo, tener ciertos hábitos puede ser de ayuda. Sthephen Covey nos cuenta el secreto de sus 7 hábitos en libro de 10.

¿No tienes tiempo para leerte el libro completo?

Don’t worry! 😏

Ya me lo he leído yo y te traigo un resumen con conclusiones.

Pero si te gustan los libros de liderazgo y autoconocimiento, mejor leerlo entero.

No tiene desperdicio.

Hábitos para ser más productivo

Sthephen Covey comienza explicando que la forma en la que vemos todo lo que nos rodea y todo lo que nos sucede, depende completamente de nuestra percepción. Existen miles de personas con un gran nivel de éxito y aún así siguen tratando de desarrollar su productividad personal y relaciones interpersonales sanas con quienes les rodea.

Si queremos cambiar una situación, hay que empezar mirando dentro ¿Qué debemos cambiar de nosotros mismos?

Tras mucho tiempo estudiando qué es el éxito, Covey identificó algo muy interesante:

Antes de 1920, el éxito se fundamentaba en la ética, como la humildad, la fidelidad, el valor, la justicia, etc. Pero a partir de la década de los años 20, estos fundamentos del éxito de difuminaron un poco, convirtiéndose en lo que Covey denominó «Ética de la Personalidad», donde cobraba más importancia conceptos como la personalidad, las actitudes, la imagen pública, etc.

En la era de la información la gente busca soluciones rápidas. Encuentran a alguien que ha tenido éxito y corriendo preguntan como lo ha conseguido, cuáles son sus técnicas, pero eso no son más que soluciones a corto plazo.

«La forma en la que vemos el problema es el problema»

Si queremos encontrar soluciones, debemos empezar cambiando de paradigma.

En este libro de crecimiento personal y liderazgo, podemos diferenciar 3 bloques:

  • Autodominio. Los hábitos 1, 2 y 3 tratan de como pasar de la dependencia a la independencia.

  • Liderazgo y trabajo en equipo. Los hábitos 4, 5 y 6 están enfocados en las habilidades de trabajo y comunicación, pasando de la independencia a la interdependencia.

  • Crecimiento y mejora. El último hábito trabaja el crecimiento y la mejora continua, al tiempo que engloba al resto de hábitos.

Bloque 1. El autodominio. Alcanzar la victoria privada

1. Ser proactivo

El primer hábito se trata de ser proactivo. Lo que nos diferencia del resto de especies de animales, es tener conciencia de nosotros mismos. Es importante utilizar esa conciencia para examinarnos y tomar acción en nuestra vida.

Existen dos tipos de personas:

  • Personas proactivas: quienes se enfrentan a los problemas con una actitud activa, dándoles una solución incluso antes de que estos aparezcan. Ser una persona proactiva significa tener responsabilidad.

«Para ser efectivo, uno debe ser proactivo»

  • Personas reactivas: aquellas personas que poseen una postura pasiva, son una víctima del mundo, con frases como: «yo es que soy así…», «no hay nada que yo pueda hacer», etc. Esta actitud es una profecía autocumplida:

No lo intento porque no puedo… no puedo porque no lo intento… no lo intento porque no puedo…

Covey explica la proactividad a través de un ejemplo, donde debemos centrarnos en nuestro Círculo de Influencia que se sitúa dentro de nuestro circulo de Preocupación. Debemos trabaja en aquello en lo que sí podamos hacer algo.

Para ser proactivos, debemos centrarnos en el Círculo de Influencia que se encuentra dentro de nuestro Círculo de Preocupación; en otras palabras, debemos trabajar en las cosas sobre las que podemos hacer algo.

Afrontar las cosas con una actitud proactiva hará que nuestro circulo de influencia aumente, siendo así un poco más responsable de lo que nos sucede. Por su parte, las personas reactivas se centran en su círculo de preocupación, responsabilizando a factores externos y haciendo que su circulo de influencia se reduzca.

Lecciones prácticas

  • Convertir tareas reactivas en proactivas.

  • Empezar a utilizar un lenguaje más proactivo:

Reactivo = «Su actitud me enfada tanto…»
Proactivo = Yo soy el responsable de mis emociones

2. Marcar Objetivos

Para saber que camino seguir, primero debemos conocer a donde queremos llegar.

La mayoría de nosotros trabajamos dura para lograr nuestras victorias (estoy seguro de que si estás leyendo esto, eres de los nuestros 💪), pero a veces es necesario hacer una pausa y ver hacía donde nos lleva tanto esfuerzo. ¿Son realmente importantes para mi esas cosas donde enfocamos tanto trabajo?

Covey propone establecer unos objetivos claros, así sabremos si los pasos que damos van en la dirección correcta y resalta que debemos darle forma a nuestra vida a través de la autoconciencia.

¿Qué estoy tratando de lograr?

Para poder establecer nuestros objetivos y alcanzar nuestras metas, primero tenemos que identificar cuales son nuestros valores, estos nos señalarán cual es el camino a seguir.

De igual manera, explica que para que este hábito tenga sentido, tendremos que reconocer cual es nuestro centro. Todo aquello que se encuentre en el centro de nuestra vida, determinará nuestras decisiones y motivaciones.

Lecciones prácticas:

Covey propone que para establecer nuestros objetivos debemos:

1. ¿Cómo será tu funeral? ¿Quién ha venido a verte? ¿Cuáles son sus palabras sobre ti? ¿Valió la pena tu vida? ¿Cómo fueron tus relaciones?  –> Si solo tuvieses 30 días más de vida ¿Cuáles serían tus prioridades? Es el momento de vivir según dichas prioridades

2. ¿Cuáles son tus diferentes roles? con tu pareja, en el trabajo, como padre o madre, etc… Enumera 3/5 metas para cada uno de ellos.

3. ¿Qué te asusta? ¿Las críticas negativas? ¿Hablar delante de desconocidos? ¿Ser despedido del trabajo? Escribe tus miedos y cuál sería el peor escenario para cada caso. Cuando los tengas, detalla como podrías enfrentarte a ellos.

3. Aprender a priorizar

Para poder autogestionarnos de la mejor manera, debemos poner primero lo primero y aunque suene obvio, no siempre lo es.

Para poder alcanzar las metas propuestas en el hábito anterior, necesitamos mantener el foco en nuestro objetivo y tener la fuerza de voluntad suficiente para hacer algo incluso cuando no nos apetezca. Actuar acorde a nuestros valores y no a nuestros deseos.

Todas las actividades se pueden clasificar en: urgentes e importantes:

Matriz de Gestión de Tiempo.

Si solo prestamos atención a las cosas urgentes, descuidamos el cuadrante II, que es el de mayor consideración de todos.

Para poder centrarnos en el Cuadrante II, es necesario saber decir no a otras actividades aunque resulten urgentes.

«Piense en la eficacia con las personas y la eficiencia con las cosas». 

-Stephen Covey

Lecciones prácticas:

Covey, para aprender a priorizar propone:

1. Identifica las actividades del Cuadrante II.  ¿Cuáles has descuidado? Comprométete a corregirlas.

2. Crea un matriz de gestión del tiempo es hora de empezar a priorizar.

3. ¿Cuánto tiempo empleas en cada cuadrante? ¿Cuánto tiempo gastas en el Cuadrante II? ¿Necesitas mejorarlo? Empieza a delegar actividades no importantes.

Bloque 2. Trabajo en equipo

4. Pensar siempre en Win-Win

Si hablamos de crear relaciones de interdependencia, debemos pensar siempre en movernos en un escenario que sea beneficioso para ambas partes.

El autor describe que existen 6 paradigmas diferentes:

1. Ganar-Ganar: todas las partes salen beneficiadas y satisfechas.

2. Ganar-Perder: tu pierdes y así yo gano. Aunque pueda suponer un beneficio inmediato, no beneficia a futuras relaciones de interdependencia.

3. Perder-Ganar:  para que tu ganes tengo que perder yo.

4. Pierde-Pierde: ambas partes salen perdiendo. Suele ocurrir cuando se juntan dos persona «Ganar-Perder».

5. Ganar: quienes poseen la personalidad de Ganar, le da igual si la otra persona pierde o no. Solo se centra en su beneficio.

6. Ganar-ganar o no hay trato: o salimos beneficiados los dos o no hay trato que valga.

El mejor escenario es Ganar-Ganar.

Al resolver para Ganar-Ganar, debemos considerar dos factores: Consideración y coraje. Echa un vistazo al siguiente gráfico:

«Para ir por ganar-ganar, no solo tienes que ser amable, tienes que ser valiente». 

-Stephen Covey

Para poder operar en un escenario Ganar-Ganar hay que perseverar una mentalidad de que hay suficiente para ambas partes. La gran mayoría, suelen poseer una mentalidad de escasez y actúan como tal, les cuesta compartir el éxito con los demás.

Será mucho más sencillo establecer un liderazgo interpersonal cuando los demás sean capaces de percibir nuestro compromiso con los escenarios Ganar-Ganar. Para ello debemos mantener un enfoque en los resultados y en los problemas, no en las personas ni en los métodos.

Lecciones prácticas:

Para empezar a establecer relaciones Ganar-Ganar, primero hay algunas preguntas que responder:

1. Imagínese su posible próxima situación en la que estás buscando una solución o llegar a un acuerdo. ¿Qué puede estar buscando la otra parte? ¿Qué podrías ofrecerle?

2. Piensa en 3 relaciones interpersonales importantes (ya sea familiares, en el equipo de futbol de los findes, en un proyecto de investigación, en el trabajo). ¿Das más de lo que recibes? ¿Recibes más de lo que das? ¿Cuál sería el equilibrio? ¿Cómo podrías dar más de lo que recibes?

3. ¿Cuáles son tus tendencias? ¿Ganar-Ganar? ¿Ganar-Perder? ¿Afecta eso a tus interacciones? 

5. Primero comprender, luego ser comprendido

Para poder interactuar con otra persona de la menor manera, debemos tratar de comprender su perspectiva a través de la escucha empática.

Por desgracia, la mayoría de las veces, cuando mantenemos una conversación con otra persona, no escuchamos el 100% de lo que nos dice, ya que estamos pensando en que responder. Cuando tratamos de ayudar con un consejo, tenemos que entender que lo que nos sirve a nosotros no tiene porque servirse a los demás. Prescribimos una solución antes de diagnosticar el problema. 

Tenemos que entender, que para poder comprender, primero debemos aprender a escuchar.

No existe una técnica para entender a alguien, pero con la escucha empática podremos ponernos en su lugar y entender mejor lo que quiere decirnos.

Covey señala:

  • Nuestras palabras representan el 10% del total de nuestra comunicación.
  • El 30% es la forma en la que transmitimos esas palabras: tono, volumen, pausas, vocabulario, etc.
  • Y nuestro lenguaje corporal es el 60% restante.

El autor propone como marco de referencia 4 pasos para una comunicación efectiva:

1. Evaluar: que nos está diciendo y que nos trata de decir realmente.

2. Sondear: hacer preguntas que nos ayude a entender mejor.

3. Asesorar: los consejos nacen de la experiencia personal.

4. Interpretar: entender los motivos y cual es el fondo del mensaje.

… luego ser entendido…

¿Recuerdas el escenario Ganar-Ganar? Yo hago por entenderte, ahora entiéndeme tú.

Entender la idea del mensaje de los demás, nos ayudará a expresar nuestras ideas en el contexto adecuado, adaptando nuestro mensaje a las preocupaciones y necesidades de los demás.

Lecciones prácticas:

Dos ejercicios que harán que asimilar este hábito sea más sencillo:

1. Cuando veas a dos personas manteniendo una conversación, tápate los oídos y observa. ¿Qué están comunicando que no pueden hacerlo con palabras? ¿Quién está más interesada en la conversación? ¿Eres capaz de imaginar sus palabras? Profundiza en su conversación no verbal tanto como puedas.

2. Cuando vayas a comunicar algo, hazlo desde la empatía. Empiece describiendo tu punto de vista y tu situación ¿Qué problemas te has encontrado? 

6. Crear sinergias

Si somos capaces de comprender a los demás, crear sinergias será una tarea algo más sencilla, que nos permitirá llegar a donde no podríamos llegar solos (Ganar-Ganar ¿recuerdas?).

¿Conoces el cuento de los erizos en la edad de hielo? Es importante trabajar en equipo 💪

La sinergia permite nuevas alternativas. Existen plantas que al crecer juntas, sus raíces se entremezclan y mejoran la calidad del suelo, lo cual hace que juntas puedan crecer mejor que separadas.

No vamos a poder crear sinergias sin los hábitos 4 y 5. Tenemos que buscar Ganar-Ganar y si queremos que nos comprendan primero tendremos que comprender nosotros.

El verdadero valor de la sinergia reside en las diferencias: emocionales, psicológicas, circunstanciales, preferencias, etc.

-Yo no lo veo así
-¡Genial! Ayúdame a ver lo que tú ves.

Establecer relaciones de sinergia nos permitirá:

  • Encontrar en las diferencias un modo de ampliar nuestra perspectiva.
  • Buscar lo bueno de los demás.
  • Ser abierto a las discrepancias y animar a otros a serlo también.
  • Fomentar la creatividad a través la mejor alternativa para todos.

Lecciones prácticas:

1. Localiza a una persona con la que sueles estás en desacuerdo. Intenta entender de donde nace siempre su discrepancia. ¿Cómo puede sus diferencias aportarte un beneficio? ¿Y las tuyas que pueden aportarle?

2. Localiza a una persona con quien te lleves muy bien. ¿Cuáles son vuestras diferencias más notorias? Imagina una situación de trabajo en equipo ¿Te resultaría sencillo establecer una relación de sinergia? ¿Qué condiciones provocan esa fluidez? ¿Qué podrías hacer para que esas condiciones se den con otras personas?

Bloque 3. Mejora Continúa

7. «Afila el Hacha»

El hábito número 7 y para mi el más importante, «afila el hacha». Debemos dedicarnos tiempo para el autocuidado, para poder renovarnos metal, espiritual, social y físicamente.

Estamos compuesto por cuatro dimensiones y no debemos descuidar ninguna:

  1. Dimensión física: cuidar nuestra salud física hará que mejore nuestra capacidad de adaptarnos y disfrutar. Además tener más energía, favoreceremos al hábito 1. La Dimensión física se cuida desde el ejercicio, la buena alimentación y el descanso.
  2. Dimensión Espiritual: esta dimensión cuida de nuestro compromiso con nuestro sistema de valores y el control de nuestras emociones. Para cuidarla podemos practicar meditación, tener contacto con a naturaleza y sumergirnos en la literatura o la música.
  3. Dimensión Mental: cuidar de nuestra salud mental para poder seguir expandiendo nuestra mente.
  4. Dimensión Social/Emocional: renovarnos socialmente y psicológicamente nos ayudará a construir relaciones sanas con los demás y nos ayudará practicar los hábitos 4, 5 y 6.

La renovación es un proceso que nos ayuda a avanzar en nuestro camino de mejora continua.

Lecciones prácticas:

1. Escribe una lista de cosas que te ayudan a renovarte. Ten en cuenta las 4 dimensiones y busca un hueco en tu agenda para ellas. Son tan importantes como la reunión con tu jefe o los exámenes de la semana que viene.

2. Comprométete contigo mismo, todas las semanas tienes que realizar una actividad que te ayude a afilar tu hacha.

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1 comentario en “Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva (Resumen + Lecciones prácticas)”

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